Por qué los litigios mercantiles están colapsando tribunales en México

Por qué los litigios mercantiles están colapsando tribunales en México
En los últimos años, los juzgados mercantiles en México han enfrentado una sobrecarga de trabajo que roza el colapso. Miles de demandas se acumulan sin resolverse, los tiempos procesales se duplican y el acceso a la justicia se convierte en una espera interminable. El problema ya no es aislado ni temporal: es estructural. Empresas, emprendedores, prestadores de servicios y acreedores enfrentan un sistema judicial lento, saturado y poco eficiente. ¿Por qué está ocurriendo esto? ¿Qué consecuencias tiene para la economía? ¿Y qué opciones existen?
El boom de los juicios mercantiles
Los juicios mercantiles tienen como objetivo resolver conflictos entre particulares relacionados con actos de comercio. Incluyen temas como:
- Incumplimiento de pagos.
- Conflictos entre socios.
- Cobros de pagarés y cheques.
- Rescisión de contratos comerciales.
- Responsabilidad civil entre empresas.
En teoría, estos juicios deberían ser ágiles. Incluso existe la figura del juicio ejecutivo mercantil para casos donde hay un documento que acredita la deuda (como un pagaré). Pero en la práctica, los tribunales están tan saturados que un caso sencillo puede tardar entre 1 y 3 años en resolverse.
¿Qué está provocando el colapso?
1. Aumento en la morosidad empresarial
La crisis económica derivada de la pandemia dejó a miles de empresas sin liquidez. Muchas dejaron de pagar proveedores, rentas, servicios. Como resultado, aumentaron las demandas por incumplimientos contractuales, lo que saturó aún más los juzgados civiles y mercantiles.
2. Falta de digitalización real
Aunque se ha hablado mucho del «juicio en línea», en la mayoría de los estados el proceso sigue siendo en papel o semi-digital. La recepción de demandas, notificaciones y audiencias muchas veces requiere presencia física, lo que ralentiza el sistema. Juzgados con poco personal, escaso equipo y procesos manuales no dan abasto.
3. Saturación por procedimientos innecesarios
Muchos litigios podrían resolverse mediante mediación o negociación, pero se judicializan por falta de cultura legal preventiva o por abogados que ven el juicio como la única vía. Esto genera una montaña de casos que colapsa los recursos humanos y técnicos de los tribunales.
4. Retrasos procesales acumulados
Durante 2020 y parte de 2021, muchos juzgados suspendieron actividades por la pandemia. Esto generó un rezago histórico. A eso se suman nuevos casos que se siguen presentando diariamente. La acumulación se vuelve insostenible.
Consecuencias del colapso judicial
Impacto en la economía
Cuando cobrar una deuda toma años, las empresas pierden liquidez. Muchas quiebran antes de recuperar lo que les deben. Esto afecta cadenas de suministro, detiene inversiones y desincentiva el crédito entre particulares.
Pérdida de confianza en el sistema
Muchos empresarios optan por no demandar, sabiendo que el juicio será largo y costoso. Prefieren asumir la pérdida o negociar condiciones injustas. Esto genera impunidad contractual y debilita el cumplimiento voluntario de acuerdos.
Crecimiento de mecanismos informales
Ante la ineficacia judicial, algunos recurren a “arreglos” extralegales o incluso prácticas de cobranza agresiva. Esto puede escalar a conflictos ilegales, con consecuencias penales.
¿Qué alternativas existen?
1. Mediación privada y centros de conciliación
Cada vez más despachos ofrecen servicios de mediación mercantil. Si ambas partes están abiertas a negociar, pueden evitar el juicio, ahorrar tiempo y reducir costos.
2. Cláusulas arbitrales en contratos
Incluir cláusulas que establezcan el arbitraje como vía de resolución puede evitar el colapso judicial. El arbitraje es más rápido, aunque también requiere inversión inicial.
3. Juzgados especializados y digitalizados
Algunos estados han creado juzgados mercantiles especializados que usan plataformas electrónicas. La experiencia ha sido positiva, pero aún es limitada. Se requiere una política nacional de modernización judicial real.
4. Promoción del juicio oral mercantil
Desde 2013 existe el juicio oral mercantil para asuntos menores a cierta cantidad. Es más ágil y directo, pero aún está subutilizado. Muchos despachos no lo promueven por desconocimiento o por comodidad con el sistema tradicional.
El costo de no reformar
Si no se moderniza el sistema de justicia mercantil, las consecuencias seguirán acumulándose: impunidad contractual, desconfianza en el comercio formal, menor inversión y crecimiento de la informalidad. En un país donde más del 90% de las empresas son micro, pequeñas o medianas, tener un sistema judicial colapsado no es una opción viable.
¿Qué se puede exigir desde la ciudadanía y el sector empresarial?
- Presupuesto para digitalización real de los tribunales.
- Capacitación obligatoria en oralidad mercantil.
- Creación de más juzgados especializados y unidades administrativas.
- Fomento a mecanismos alternos como el arbitraje y la mediación.
También hace falta que abogados, cámaras empresariales y colegios profesionales promuevan una cultura jurídica preventiva. La justicia no debe ser la última salida, sino una herramienta que funcione cuando se necesita, sin destruir el negocio en el camino.
La justicia mercantil no puede seguir esperando
El acceso a tribunales ágiles y eficientes no es un privilegio: es parte del Estado de derecho. Si queremos un país con más certeza para emprender, invertir y comerciar, necesitamos arreglar el embudo judicial que hoy frena a miles de negocios. Porque no hay desarrollo sin cumplimiento, y no hay cumplimiento sin justicia accesible y oportuna.