El abandono de procesos civiles: causas, riesgos y cómo evitarlos

mayo 19, 2025

Los juicios que nadie termina: una radiografía del abandono en el derecho civil

En los tribunales civiles de México, hay algo que se repite en silencio cada semana: juicios que comenzaron con urgencia, con promesas de justicia, y que hoy están archivados, congelados, olvidados. Son procesos abandonados. Demandas por deudas, herencias sin resolver, conflictos entre vecinos, incumplimientos contractuales… todos tienen algo en común: alguien dejó de mover el expediente. Pero ¿por qué pasa esto? ¿Qué implica? Y sobre todo: ¿cómo se puede evitar?

¿Qué significa que un proceso esté “abandonado”?

La ley mexicana permite que, cuando ninguna de las partes promueve avances en un juicio civil durante un periodo de tiempo (usualmente 120 días hábiles), el juez pueda declarar el abandono del procedimiento. Esto significa que el caso queda archivado, sin resolución. En otras palabras, todo el esfuerzo invertido hasta ese punto se pierde, salvo contadas excepciones.

Principales causas del abandono de juicios civiles

1. Falta de recursos económicos

Muchos procesos civiles inician con el impulso de la indignación: alguien fue estafado, desplazado, ignorado. Pero mantener un juicio cuesta. Honorarios, copias, traslados, peritos… si no hay dinero para continuar, el expediente se detiene. Esto ocurre especialmente en casos entre particulares sin representación institucional.

2. Desinformación procesal

Muchos ciudadanos no saben que un juicio requiere seguimiento constante. Creen que una vez presentada la demanda, el tribunal se encarga. Pero si no se promueven escritos, no se solicitan diligencias, no se insiste, el expediente se “enfría” y cae en abandono.

3. Desconfianza en el sistema judicial

Después de meses o años sin resultados, muchos justiciables pierden la fe en el proceso. Si suman malos tratos, retrasos y falta de comunicación de su abogado, es común que simplemente dejen de ir al juzgado. Esta renuncia informal es otra forma de abandono.

4. Estrategia procesal del demandado

En ocasiones, una de las partes (usualmente quien fue demandado) alarga intencionalmente el proceso para agotar al contrario. Cambios de domicilio, evasión de notificaciones, recursos innecesarios… todo suma. Cuando quien demanda no aguanta más, el juicio se detiene, aunque tenga razón legal.

Riesgos legales de abandonar un proceso civil

El principal riesgo es la pérdida de derechos. Si se abandona un juicio de cobro, se pierde la posibilidad de recuperar el dinero. Si se trata de una sucesión, los bienes quedan sin repartirse. Si es una disputa de propiedad, el abandono puede ser usado por la otra parte para consolidar su posición.

Además, en algunos casos el abandono interrumpe la prescripción, lo que significa que si se intenta demandar de nuevo, ya no es legalmente posible por haber pasado el tiempo límite.

¿Se puede reactivar un juicio abandonado?

Depende. Si el tribunal ya dictó auto de abandono, reactivar el juicio requiere justificar por qué no se actuó a tiempo y pedir formalmente la reapertura. Esto solo es posible si no han vencido los plazos procesales clave.

En otros casos, el juicio se reinicia desde cero: nueva demanda, nuevos gastos, nuevo abogado. Perder tiempo en tribunales no solo cansa: puede costar el derecho que se intentaba defender.

Cómo evitar el abandono procesal: consejos prácticos

  • Da seguimiento mensual al expediente: Acude tú mismo o pide informe por escrito a tu abogado.
  • Solicita acuse de todos los escritos presentados: Así sabes que el proceso está en movimiento.
  • No firmes ningún desistimiento sin leer: Algunos abogados cierran expedientes con tu firma sin explicarte.
  • Pide copia física o digital del estado del expediente cada trimestre.
  • Pregunta por los plazos: Saber cuándo debe realizarse la siguiente diligencia ayuda a estar alerta.

El papel del abogado y del ciudadano

El abandono de juicios también es reflejo de una relación fallida entre clientes y abogados. Muchos abogados no explican las etapas del juicio ni advierten sobre los riesgos de inactividad. Por su parte, los ciudadanos no siempre preguntan ni exigen información. La solución pasa por construir una relación más activa, menos burocrática y más consciente.

¿Qué dice la ley sobre este tema?

El Código de Procedimientos Civiles (varía por estado) establece claramente que el juicio debe avanzar por impulso de las partes. Aunque el tribunal puede intervenir, no tiene obligación de hacerlo si nadie promueve. Esto rompe la idea de que la justicia “avanza sola”. En el sistema civil, quien no actúa, pierde.

No dejes que tu caso muera en silencio

En un país donde conseguir justicia ya es difícil, abandonar un juicio civil puede parecer una salida fácil… pero es costosa. No solo se pierde el derecho, también el tiempo invertido, la documentación reunida y la posibilidad de reparación. La justicia civil no es inmediata, pero sí requiere constancia. Y aunque el sistema tiene muchas fallas, dejarlo solo empeora todo.

Si ya empezaste un juicio, acompáñalo. Si ya lo dejaste, revisa si puedes recuperarlo. Y si vas a iniciar uno, entiende que más que una demanda, estás entrando a una carrera de resistencia. La diferencia entre obtener justicia o no, a veces no está en el juez… sino en no abandonar.