Herencias intestadas en México: caos legal por falta de testamento

Herencias intestadas en México: caos legal por falta de testamento
La muerte es un hecho inevitable, pero en México sigue siendo un tema evitado hasta en el plano legal. A pesar de los constantes llamados institucionales, la mayoría de las personas fallece sin dejar testamento. Esta omisión abre la puerta a procesos largos, costosos y conflictivos: las herencias intestadas.
Una herencia intestada es aquella en la que el fallecido no dejó instrucciones legales sobre cómo deben repartirse sus bienes. En consecuencia, la sucesión debe regirse por lo que marca el Código Civil. Aunque la ley tiene previsto cómo actuar, en la práctica estos procesos son complejos, y en muchos casos terminan en enfrentamientos familiares, pérdida de bienes o incluso fraudes.
El problema en cifras
Según datos del Colegio Nacional del Notariado Mexicano, más del 80% de las personas que fallecen en el país no cuentan con testamento. Esto significa que, año con año, miles de sucesiones se tramitan en condiciones de incertidumbre legal y emocional.
En estados como Veracruz, Puebla, Estado de México y Jalisco, los juicios intestados saturan los juzgados familiares. Algunos se extienden por años, afectando el patrimonio familiar e incluso frenando procesos como venta de propiedades o acceso a cuentas bancarias.
¿Cómo se reparte una herencia intestada?
Cuando no existe testamento, la ley establece un orden de prelación entre los posibles herederos. El Código Civil (artículos 1603 y siguientes, CDMX) determina lo siguiente:
- Primero heredan los hijos y el cónyuge sobreviviente por partes iguales.
- Si no hay hijos, heredan los padres.
- Si no hay padres, hermanos.
- En ausencia de todos ellos, hereda el Estado.
Pero aunque parezca claro, la realidad se complica cuando existen hijos no reconocidos, parejas sin matrimonio legal, familiares lejanos o bienes no registrados. El conflicto suele comenzar con el simple acto de acreditar el parentesco y la relación con el difunto.
Juicio intestamentario: lento y desgastante
El proceso de una herencia sin testamento suele ser largo. Comienza con una solicitud ante un juzgado familiar, donde se deben presentar actas de nacimiento, defunción, escrituras, documentos bancarios, entre otros. Posteriormente, se hace una publicación en el Boletín Judicial para que otros posibles herederos se presenten.
El juzgado debe:
- Reconocer a los herederos legítimos.
- Nombrar un albacea (administrador del patrimonio).
- Elaborar un inventario y avalúo de los bienes.
- Distribuir legalmente los bienes entre los herederos.
Si hay desacuerdos, cualquier parte puede impugnar el procedimiento, lo que alarga aún más los tiempos. Algunos juicios intestados se han documentado con una duración de hasta 10 años.
Consecuencias comunes de no hacer testamento
- Ruptura familiar: peleas entre hermanos, primos o padres por bienes.
- Pérdida del patrimonio: bienes embargados, vendidos a terceros o perdidos por falta de trámite.
- Gastos legales elevados: abogados, peritos y avalúos pueden costar más que el valor del bien en disputa.
- Fraudes o testigos falsos: personas que se hacen pasar por herederos o manipulan documentos.
Casos reales, conflictos reales
En la Ciudad de México, un departamento en Coyoacán estuvo 6 años en juicio intestamentario porque el difunto tenía hijos con dos parejas distintas y nunca se casó legalmente. El conflicto escaló a tal nivel que el inmueble terminó rematado por orden judicial, perdiendo valor para todas las partes.
En Veracruz, una herencia rural terminó en conflicto entre nietos que no sabían que existía una escritura a nombre del abuelo. La falta de testamento provocó que el predio se fraccionara entre desconocidos.
¿Se puede evitar este caos?
Sí. La solución más efectiva es hacer un testamento. Durante septiembre de cada año se realiza en México la “Campaña del Mes del Testamento”, donde se ofrecen descuentos y asesoría gratuita para incentivar este trámite.
Un testamento permite:
- Designar herederos de forma clara.
- Incluir a personas no contempladas por la ley (parejas, amigos, organizaciones).
- Evitar conflictos entre familiares.
- Asignar tutores legales para hijos menores.
- Establecer legados específicos (autos, negocios, cuentas).
¿Qué pasa si alguien muere y no tenía bienes?
Aun si no hay bienes materiales, hacer testamento puede ser útil. Algunas personas tienen deudas, derechos laborales pendientes o fondos en instituciones bancarias. Además, ayuda a definir tutelas, últimas voluntades o decisiones médicas previas.
Recomendaciones finales
- No dejarlo para después: cualquier persona mayor de 16 años puede hacer testamento ante notario.
- No es caro: los costos pueden ser menores a $1,800 pesos en temporada de campaña.
- Es revocable: se puede modificar las veces que sea necesario.
- Brinda paz legal y emocional: tus seres queridos no quedarán atrapados en un juicio eterno.
Hacer testamento es un acto de responsabilidad
Morir sin testamento no es solo un problema legal, es una bomba de tiempo familiar. Un documento simple, firmado ante notario, puede evitar años de juicios, dolor y pérdida de patrimonio. En lugar de heredar problemas, se hereda certeza, justicia y tranquilidad.