Pensión alimenticia en México: cuánto, cómo se exige y qué pasa si no se paga

Pensión alimenticia: derecho de los hijos, obligación que no se puede evadir
La pensión alimenticia no es un favor. Es una obligación legal que garantiza el bienestar de niñas, niños y adolescentes. En México, es uno de los procesos más comunes dentro del derecho familiar, pero también uno de los más incumplidos. Miles de madres —y algunos padres— enfrentan cada mes la lucha por conseguir lo que por ley corresponde. Aquí te explicamos qué hacer, cómo se calcula y qué pasa cuando no se paga.
¿Qué cubre la pensión alimenticia?
Según el Código Civil Federal, los alimentos incluyen:
- Comida.
- Vestido.
- Habitación (renta o vivienda propia).
- Atención médica y medicamentos.
- Educación básica (escuela, útiles, transporte escolar).
- En casos especiales, recreación y formación moral.
Esto no se limita a hijos menores: también aplica en algunos casos a cónyuges, padres adultos mayores y personas con discapacidad que dependan económicamente.
¿Quién puede exigirla?
Generalmente la madre o padre que tiene la guarda y custodia del menor. También puede solicitarla directamente el menor, si es mayor de 16 años. En ciertos casos, el Ministerio Público puede intervenir cuando hay abandono o negligencia evidente.
¿Cómo se calcula la pensión alimenticia?
No hay una cantidad fija
El monto se determina con base en las necesidades del menor y la capacidad económica del obligado. No existe un porcentaje universal, pero en la práctica, los jueces suelen asignar entre el 15% y 30% del ingreso neto del demandado por cada hijo.
Si tiene más hijos con distintas parejas, o responsabilidades comprobadas, el juez hace un ajuste proporcional.
¿Qué pasa si el obligado no tiene un salario fijo?
En casos donde el demandado trabaja por su cuenta o no está dado de alta formalmente, el juez puede calcular la pensión con base en pruebas indirectas: estilo de vida, propiedades, vehículos, ingresos visibles o testimonios.
¿Dónde se solicita la pensión?
El proceso se puede iniciar en el juzgado familiar correspondiente al domicilio del menor. Se requiere:
- Acta de nacimiento del hijo.
- Identificación del solicitante.
- Comprobante de domicilio.
- Datos del demandado (nombre, dirección, lugar de trabajo si se conoce).
No necesitas abogado privado. Puedes acudir al Instituto de la Defensoría Pública o al Sistema DIF, donde brindan orientación gratuita.
¿Y si no me pagan después de que se dicta sentencia?
El incumplimiento de una orden de pensión alimenticia no es solo un acto moralmente reprobable, también es delito. El Código Penal establece que quien deja de pagar sin causa justificada puede ser denunciado por abandono de obligaciones alimentarias.
Consecuencias legales por no pagar:
- Embargo de bienes o cuentas bancarias.
- Descuento vía nómina.
- Ingreso al buró de deudores alimentarios morosos.
- Negación o cancelación de pasaporte.
- Impedimento para registrar propiedades o contraer matrimonio.
- Incluso cárcel, si hay reincidencia o se demuestra dolo.
¿Cuánto tiempo dura la pensión?
En principio, hasta que el menor cumple 18 años. Sin embargo, si está estudiando y depende económicamente, puede extenderse hasta los 25 años. También se puede ampliar de forma indefinida si el hijo presenta una discapacidad permanente.
¿Se puede modificar el monto?
Sí. Tanto el obligado como el beneficiario pueden solicitar una modificación de pensión si cambian las condiciones económicas. Por ejemplo: pérdida de empleo, aumento en los gastos escolares o aparición de nuevos hijos.
¿Y si nunca demandé antes?
La pensión alimenticia se puede reclamar en cualquier momento, incluso si han pasado años desde la separación. No prescribe mientras el menor sea dependiente. Además, se puede exigir el pago retroactivo desde el nacimiento o desde el abandono, dependiendo del caso.
No es pleito entre adultos: es derecho de los hijos
Muchas veces, el proceso de pensión alimenticia se contamina con emociones, conflictos de pareja o chantajes. Pero la ley es clara: no se trata de venganzas, ni de “mantener” a nadie. Se trata de garantizar que los menores vivan con dignidad. Negarse a pagar no afecta a la ex pareja, sino a los hijos. Y quien evade esta responsabilidad no solo comete un acto ilegal, también moralmente despreciable.